Antes de tener el primer contacto con el golf, lo que más curiosidad produce es cómo consiguen colocarse los jugadores para dar ese golpe a la bola.
Hacerla volar y colocarla en la posición justa, adoptando posturas que llaman tanto la atención.
Siempre se habla de puntería, pero si ya has hecho tus primeros pinitos, o si llevas años dedicándote a este deporte, sabrás que hay mucho más detrás de una bola que llega al lugar que querías.
Eso se llama stance, y el equilibrio que aporta es el secreto para triunfar con tu swing.
Y de este término tan necesario de dominar os hablamos hoy.
Qué es el stance y por qué tu swing depende de él.
La Real Federación Española de Golf (RFEG) define el stance como “Colocarse”: Que un jugador sitúe sus pies en posición para ejecutar un golpe.
Lo primero que has de saber es que no es una posición natural del cuerpo, de ahí la importancia de trabajar esta posición y los movimientos que lo acompañan.
El “stance en golf” nos aporta estabilidad y la imagen que reflejaremos será de espalda recta, rodillas un poco flexionadas y los pies separados, dejando la bola entre los dos.
Vamos por partes.
La espalda debe quedar recta, sí, pero inclinada hacia la bola. Asegúrate de lograr una posición equilibrada sacando los glúteos hacia fuera. No te olvides de la parte baja de la espalda, mantenla recta para evitar cualquier posible lesión.
Las piernas deben estar flexionadas, para evitar esa rigidez que nada bueno aporta. Así acercarás tu punto de equilibrio al suelo, eso te aportará estabilidad al golpear.
Para conseguir ese punto de flexión, simula apoyarte en un taburete o silla alta. Esto te ayudará a repartir el peso de manera uniforme entre los talones y las puntas de los pies.
Las manos libres, sin agarrotar, pero agarrando el palo con firmeza.
Para comprobar que lo has conseguido, asegúrate de que tus hombros están cómodos, sin tensión, las manos sueltas y puedes agarrar el palo sin problema.
Inclina levemente la cabeza para poder centrarte en el golpe y deja que el palo pase con fluidez.
Cómo mejorar tu stance.
Si recibes clases de golf, tu profesor te habrá hablado muchas veces del stance.
Esta insistencia se debe a que una buena postura previa al golpe es lo que hará que tus brazos se muevan mejor, tu tronco, tus caderas, piernas… En fin, que tu cuerpo esté preparado para lanzar la bola.
Para que te hagas una idea de la importancia, imagina un corredor de velocidad que no se agacha bien ni coloca las manos de forma que le permitan volar al dar la salida. Pues esa posición de inicio que ves en los atletas es el equivalente a nuestro stance.
¿Sabes si tienes que mejorarlo?
Si no conoces la respuesta a esta pregunta, o si crees que sí, sin lugar a dudas, te recomendamos probar con un compañero la estabilidad de tu stance.
Colócate como si estuvieras a punto de darle a la bola con tu palo y mantén esa posición. Si tu compañero, al empujarte suavemente, consigue que tu equilibrio flaquee, sigue leyendo.
Te contamos cómo mejorarlo.
Ya sabes cómo colocar la espalda, las caderas y la cabeza. Esto más o menos se mantiene siempre igual.
La mayor dificultad suele aparecer a la hora de colocar los pies y la posición del palo.
¿Cuál debe ser la separación correcta de los pies?
La situación exacta varía en función del swing de cada jugador y del palo que vaya a usar.
Alinearte bien para conseguir colocarte en un ángulo que te dé equilibrio y te permita usar todo el potencial de tu cuerpo en el momento del golpe.
La clave es la posición de la bola con respecto a tus pies.
Colócate frente a la bola, formando un ángulo recto con ella.
Apoya el palo en su base de forma perpendicular a la bola. La separación entre el cuerpo y la empuñadura debe ser de cuatro dedos con los hierros cortos y medios (seis si usas un palo plano) y un palmo con las maderas.
Ahora, agarra bien el palo, con tu grip.
El pie izquierdo debe estar siempre a la misma distancia de la bola, a unos 15 centímetros más o menos, salvo si vas a usar una madera.
El pie derecho dependerá del palo que vayas a utilizar.
Si usas un palo corto o una madera, el pie derecho debería estar a unos 30 centímetros de la bola; con un hierro medio, a la misma distancia que el izquierdo.
La diferencia está en el reparto del peso del cuerpo.
Si usas un palo corto, apoya un poco más de peso en la pierna izquierda; en la derecha para la madera, y a partes iguales para un hierro medio.
Flexiona las piernas como ya has visto antes y realiza la inclinación de espalda con los glúteos hacia fuera, y pega bien los bíceps al pecho. Los brazos caerán y se separarán del cuerpo adaptándose al palo que quieres usar ahora.
Si tu cuerpo está alineado en paralelo a lugar a la línea que va a seguir la bola…
¡Enhorabuena, has encontrado tu stance!
Es importante que tengas en cuenta que la posición de la cara del palo en el momento del golpe, hará que tu bola vaya en una dirección u otra.
La cara abierta mandará tu bola a la derecha por el efecto que provocará (fade o incluso slice), la cara neutra lo hará en línea recta y la cara cerrada hacia la izquierda (draw o hook).
Un último consejo, por si te encuentras en una situación de desnivel respecto de la bola.
Si tus pies están más alto que la bola, deberás apuntar ligeramente a la izquierda, porque tu bola irá directa a la derecha. En el caso contrario (la bola más alta que tus pies), la bola irá hacia la izquierda, por eso deberás apuntar hacia la derecha.
Ahora sí, ya sabes lo más importante para que tu posición frente a la bola te ayude a dar el golpe perfecto.
Recuerda practicar mucho, hasta que lo hagas de forma automática.